Ingredientes (10 raciones):
1 lámina de hojaldre (230 g, 395 Kcal/100 g) 2 manzanas (430 g entre las dos, peladas y limpias = 350 g), 3 cucharaditas de mantequilla (30 g), 4 cucharaditas de azúcar (35 g, puedes utilizar azúcar moreno, yo lo he hecho) y 170 g de mermelada de albaricoque o melocotón.
Elaboración:
Untar la bandeja del horno con un poco de mantequilla o colocar sobre ella un papel de hornear. Extender la lámina de hojaldre sobre la bandeja y pasarle un rodillo para dejarla lo más fina posible. Limpiar y pelar las manzanas, córtalas en lonchas finas y cubrir con ellas el hojaldre. Colocar pequeñas porciones de mantequilla sobre la manzana y distribuirlas sobre la superficie, espolvorearlas con el azúcar e introducir en el horno precalentado a 200ºC durante 20 minutos. Retirarla del horno y untarla con la mermelada de albaricoque o melocotón. Servir caliente. Puede acompañarse con helado. También puede hacerse en porciones individuales, redondas o cuadradas, cortando el hojaldre a gusto.





- Este postre es apto para vegetarianos. No es Apto para veganos, Diabéticos, Intolerantes al Gluten ni a la Lactosa.
- La Manzana es el fruto del manzano, árbol de la familia de las rosáceas. La piel puede ser de color verde, amarilla o rojiza, y la pulpa, harinosa o crujiente, presenta un sabor que varía entre el agrio y el dulce. Contiene en su interior varias semillas de color marrón oscuro. La manzana ha sido un fruto simbólico a lo largo de la historia, se cita en la Biblia como el fruto prohibido que provocó la expulsión del ser humano del paraíso. Incluso sin conocer su composición química y sus propiedades nutricionales, la sabiduría popular siempre le ha atribuido virtudes saludables. Hace miles de años que se recolectan estas frutas. Se cree que ya existían en la prehistoria, tal y como lo demuestran restos arqueológicos que se han encontrado en excavaciones neolíticas. En el siglo XII a.C. el manzano era cultivado en los fértiles valles del Nilo en tiempos del faraón Ramsés III. La manzana fue introducida en la península por los romanos y los árabes. Y en el siglo XVI, los conquistadores españoles extendieron su cultivo al nuevo mundo. Y cien años después, desde Iberoamérica, el manzano emigró a América del Norte y posteriormente a África septentrional y Australia. Existen más de mil variedades, pero sólo se dispone de media docena de ellas en el mercado: Delicia, Reineta, Granny Smith, Golden, Starking y Gala. Podemos encontrar la mayoría de ellas en el mercado desde septiembre hasta junio, excepto la Golden Supreme que está disponible desde agosto a noviembre o la Golden Delicious que se encuentra prácticamente todo el año. Porción comestible 84 g por cada 100 g de producto fresco, 53 Kcal/100 g. Aunque según el Reglamento 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos no se pueda destacar ningún nutriente como “fuente” o “alto contenido”, si se puede resaltar un aporte de potasio y vitamina C (10 mg), que contribuye al total de la dieta. Flavonoides, procianidinas y ácidos orgánicos. La manzana aporta hidratos de carbono (12 g%) fundamentalmente en forma de azúcares como fructosa, glucosa y sacarosa, y contiene cantidades apreciables de fibra (2 g%), tanto soluble como insoluble, siendo esta última la más abundante. Las manzanas aportan cantidades importantes de flavonoides diversos como los flavonoles, catequinas y prociaciadinas. Entre los primeros, el más abundante en esta fruta es la quercetina, aunque también presenta cantidades menores de kaempferol e isorhametina. Por último, las manzanas aportan cantidades importantes de procianidinas, compuestos con una potente actividad antioxidante. Contienen también dihidroxichalconas (como la floretina que está presente en su forma glucosídica denominada floridzina), un tipo de flavonoides que se encuentran exclusivamente en las manzanas y sus derivados. Se localizan fundamentalmente en la piel de estas frutas aunque también en la pulpa (la concentración de estas sustancias depende de la variedad de manzana de que se trate). En su composición presentan ácidos orgánicos como el cafeico, p-cumárico, clorogénico, ferúlico, cítrico, málico y ursólico. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
- Es un postre rico en sodio, calcio, potasio, vitamina A, retinol, carotenos, proteínas animales y vegetales, grasas, azúcares sencillos. Contiene otras vitaminas (grupo B, C, D y E) y minerales (hierro, magnesio, yodo y fósforo).
- Comentarios para Deportistas: por su contenido en grasas y azúcares sencillos, no es un plato adecuado para formar parte de la dieta base del deportista ni de la de entrenamiento y/o competición. Únicamente ocasionalmente o en pequeñas cantidades.
- Aporte calórico: El total de la receta aporta 1919 Kcal, 192 Kcal por ración.
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