Ingredientes (3 raciones)
500 g de coliflor cocida, 100 g de patata cocida, 2 huevos, 3 dientes de ajo, 1/4 de cucharadita de pimentón (2 g), 50 g de queso rallado y 25 g de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
De la manera tradicional: Se machacan la coliflor y la patata con un tenedor y se mezclan bien. Tiene que quedar con una textura grumosa. Se pica el ajo y se frie, cuando empieza a dorar, se añade el pimentón y se frie unos segundos. Se mezcla el ajo y el pimentón con la coliflor y se añaden los huevos batidos. Se mezcla todo bien.
En Thermomix: Se baten los huevos 1 min./velocidad 3 y se reservan en un bol. Se introduce la coliflor y la patata en el vaso, Se tritura 20 seg/velocidad 4. Tiene que quedar con una textura grumosa. Se reserva en un bol. Se introduce en el vaso el ajo y el aceite se pica 3 seg./velocidad 5. Se bajan los restos de las paredes del vaso con la espátula y se sofríe 2 minutos/100ºC/velocidad cuchara, Se añade el pimenton y se frie 10 seg más a la misma velocidad y temperatura. Se añade al vaso la mezcla de coliflor y patata y los huevos batidos, mezclando 10 seg./vel. 3,5.
Se coloca la mezcla en una sartén pincelada con aceite en forma de tortitas pequeñas de unos 10 cm de diámetro y 1 cm de grosor y se doran por las dos caras. Si se prefiere, se pueden hacer dos o tres tortitas que ocupen todo el fondo de la sartén, pero siempre de 1 cm de grosor.
Una vez que las tortitas están listas, se colocan en una fuente, se pone el queso rallado por encima y se gratinan a 180 grados hasta que el queso esté fundido.
Si se hacen tortitas pequeñas, se pueden elaborar y gratinar en freidora de aire durante 5 min a 180 ºC.


- Estas tortitas son aptas para Vegetarianos y Diabéticos (ajustando la ración a las calorías diarias permitidas) e Intolerantes al Gluten. No son aptas para veganos ni Intolerantes a la Lactosa.
- La Coliflor (Brassica oleracea), es una variedad de col perteneciente a la familia de las Crucíferas. Tiene sus orígenes en las regiones del Mediterráneo Oriental, específicamente Asia menor, Líbano y Siria. y en los países asiáticos se vienen cultivando desde hace más de 1.500 años. En Europa, donde se conoce desde el siglo XVI, fue introducida desde Turquía. Actualmente esta hortaliza se cultiva en todo el mundo. Se encuentran en su mejor momento entre los meses de septiembre y enero, pero podemos disponer de ellas durante todo el año. La única parte de la planta que se consume es la inflorescencia de la planta denominada «pella o cabeza»: un conjunto de flores de color blanco marfil, aunque existen variedades de color amarillo y rojo, hipertrofiada, carnosa, y tierna, con diferencias en la compacidad de las mismas, unas muy apretadas, mientras que otras de grado medio, o con grano casi suelto. Sus hojas son como las de la col. Porción comestible 80 g por cada 100 g de producto fresco, 27 Kcal/100 g. Tiene un alto contenido en agua (89%). Contiene proteínas (2,2 g), fibra (2,1 g), minerales: se considera a la coliflor un alimento fuente de potasio (350 mg), el cual contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos, además del mantenimiento de la tensión arterial normal y fósforo (60 mg). En relación con las vitaminas destaca la presencia de vitamina C (67 mg, si bien una parte considerable de la misma puede perderse durante los procesos de cocción). Ésta contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y mejora la absorción del hierro. Los folatos (69 µg) contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas y al funcionamiento normal del sistema inmunitario. También contiene sulforafano, que es un isotiocianato al que se le describen propiedades antimicrobianas y anticarcinogénicas, y también contiene diversos antioxidantes y fitonutrientes (vitamina C, ya mencionada, beta-carotenos, rutina, lureína, entre otros) y ácidos grasos omega 3. Los glucosinolatos, que tienen efectos antioxidantes, son responsables del sabor ligeramente picante de éste alimento cuando se consumen en crudo, así como de su olor fuerte, debido a su contenido en azufre. En su contra, la coliflor, como todas las crucíferas, contienen rafinosa, un azúcar que no se digiere hasta que llega a las bacterias intestinales, que es el responsable de la producción de flautulencias (gases). Para evitar esto último, se puede agregar hinojo o anises a la cocción. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
- Es un plato es muy rico en vitamina C, calcio, selenio y fósforo, rico en proteínas animales de calidad y vegetales, ácidos grasos omega 3 y 6, fibra, hierro, potasio, yodo, ácido fólico, vitaminas A, retinol, grupo B completo, D, E y K. Contiene otras vitaminas (carotenos) y minerales (magnesio y en menores cantidades, cinc).
- Comentarios para Deportistas: Por su riqueza en proteínas de calidad, minerales, especialmente potasio y calcio, vitaminas, ácidos grasos omega 3 y 6 y antioxidantes, es un plato excelente para formar parte de la dieta base del deportista. Hay que tener cuidado en las dietas de entrenamiento y/o competición, pues la coliflor es un alimento flatulento (produce gases).
- Aporte calórico: La receta completa aporta 778 Kcal, 259 Kcal por ración.


 
 
 
 
 
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