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jueves, 20 de diciembre de 2018

Consomé Vegetal (receta de Puri)

Ingredientes (6 raciones):

1 calabacín (200 g), 3 zanahorias (220 g), 1 - 2 patatas (250 g), 2 puerros (200 g), 1 cebolleta (150 g), 1 trozo pequeño de repollo (150 g, para que no de un sabor demasiado fuerte), un trozo de calabaza (100 g), 1 nabo (100 g), un puñado de espinacas (100 g), un puñado de judías verdes (150 g), 3 - 4 dientes de ajo, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y 1,5 a 2 L de agua.

Elaboración:

De la manera tradicional: Se pelan, lavan y trocean todos los vegetales (el calabacín NO se pela). El ajo y la cebolla se pican y fríen en el aceite. Se añaden el resto de ingredientes, se rehogan y se añaden 2 l. de agua. Se pone la tapa (yo utilicé la olla AMC, en este caso, con la tapa normal, no con la rápida). Programé 60 minutos, le añadí sal y pimienta y programé 20 minutos más. Se cuela el caldo y ya está listo para usar o congelar. Con las verduras se puede elaborar un pastel de verduras estupendo (ver receta).

En Thermomix: Lavar y trocear todas las verduras. Colocarlas en el vaso. Trocear 5 segundos/ velocidad 5. Reservar. Introducir el ajo el aceite y la cebolla y trocear 4 segundos/velocidad 5. Bajar los restos con la espátula hacia las cuchillas y rehogar 10 minutos//100º C/velocidad 1. Añadir el agua y las pastillas de caldo concentrado y programar 30 minutos/100º C/velocidad 1. Pasado este tiempo, colamos el caldo y estará listo, lo podemos meter en la nevera y nos durara 48 horas perfectamente o podemos congelarlo.





  • Es un plato es apto para veganos, vegetariano, Diabéticos (ajustando el tamaño de ración a las calorías permitidas) e Intolerantes al Gluten y a la Lactosa.
  • El nabo: Con el nombre de nabo se conoce a la raíz de la planta del mismo nombre, perteneciente a la familia de las crucíferas. A diferencia de la patata, se trata de una raíz de tipo tuberoso (engrosada) y no de un tubérculo. Los hay de forma esférica, cilíndrica y cónica. Por fuera son de color blanco o rojizo, aunque su interior es siempre blanco o amarillento. Se cree que el nabo es oriundo de Europa, aunque también se ha propuesto como posible origen, Asia Central. Parece ser que éste fue la base de la alimentación de las tribus primitivas que poblaron Europa. Hace casi cuatro milenios se cultivó por vez primera y, con posterioridad, fue muy apreciado por griegos y romanos. Ambas civilizaciones desarrollaron nuevas variedades a partir del «nabo silvestre». Durante la Edad Media, el nabo constituyó uno de los alimentos de mayor relevancia. Se consumió casi a diario en Alemania hasta que se vio desplazado por la patata cuando, en el siglo XVIII, ésta llegó a Europa procedente de América. A partir de la Revolución Francesa se cultivaron más patatas y menos nabos en Europa hasta llegar a convertirse en un alimento casi olvidado. No obstante, tanto la raíz como las hojas del nabo están volviendo a cobrar protagonismo en nuestros días tras conocerse mejor su composición y propiedades. Debido a las variedades de nabos existentes hoy día, se pueden comprar en cualquier época del año, pero es en otoño cuando cobran mayor presencia en nuestros mercados. Porción comestible 73 g por cada 100 g de producto fresco, 32 Kcal/100 g. Los nabos son alimentos con bajo contenido energético; su alto contenido en agua y bajo contenido en macronutrientes, así lo determina. El nabo contiene cantidades apreciables de diversos micronutrientes (vitaminas y minerales), es fuente de vitamina C (31 mg). El consumo de 100 g de nabo cumple el 47% de las ingestas diarias recomendadas de dicha vitamina para la población de estudio. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y los folatos contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas. Al igual que en otras crucíferas (rábano, coles de Bruselas, coliflor, lombarda, etc.), en su composición destaca la presencia de fitonutrientes del grupo de los glucosinolatos/isotiocianatos/indoles. A pesar de sus propiedades beneficiosas, el nabo contiene sustancias bociógenas que, en personas con predisposición, pueden producir inflamación de la glándula tiroides, impidiendo de esta forma la asimilación del yodo. Contiene 59 mg de calcio, 0,4 mg de hierro, 20 µg de yodo, 8 mg de magnesio, 240 mg de potasio, 34 mg de fósforo. Entre las vitaminas destacan 20 µg de ácido fólico, la vitamina C ya mencionada y pequeñas cantidades del grupo B. Contiene 4,3 g de fibra. (Fuente: Fundación Española de Nutrición).
  • Este consomé es rico en vitaminas (A, C, complejo B, excepto B12, E) y minerales (sodio, potasio, calcio, hierro, fósforo). Contiene proteínas vegetales. 
  • Comentarios para Deportistas: Por su riqueza en minerales, vitaminas, el ser un plato muy ligero, es muy interesante como aporte de líquidos, minerales y vitaminas, para formar parte del menú de entrenamiento (pre y post), así como del menú pre competición (se le pueden añadir fideos o arroz integral). Es especialmente interesante para deportistas veganos y vegetarianos.
  • Aporte calórico: El total de la receta aporta 732 Kcal (120 Kcal por ración).

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