Ingredientes:
1 hoja de masa fresca de hojaldre con mantequilla "Hacendado" de 250 g (vale cualquier marca), 30 g de queso Brie, 30 g de queso "3 quesos" y 1 lata de anchoas pequeña (29 g). También puede utilizarse bonito en aceite de oliva, chorizo, salchicha, carne...
Elaboración:
Para los pastelillos de anchoa se cortan triángulos de pasta de hojaldre, se mete la anchoa, se enrolla y se le da forma de croissant. Para los de queso, se corta en rectángulos el hojaldre, se pone un trocito de queso en cada uno y se cierra, sellándolo con un tenedor.
- Los hojaldres de queso son aptos para vegetarianos y Diabéticos (ajustando el tamaño de ración a las calorías permitidas). No son aptos para veganos, Intolerantes al Gluten y a la Lactosa. Los hojaldres de de anchoas son aptos para Diabéticos (ajustando el tamaño de ración a las calorías permitidas). No son aptos para veganos, vegetarianos, Intolerantes al Gluten y a la Lactosa.
- La mantequilla se obtiene mediante el batido y amasado de la nata de la leche. Es una grasa que se obtiene transformando una emulsión de grasa en agua (leche) en una emulsión de agua en grasa (mantequilla). Esto quiere decir que contiene finas gotitas de agua dispersas homogéneamente en su estructura. Esto se comprueba cuando en una sartén se funde un trozo de mantequilla, se producen pequeñas burbujas debidas al agua que se evapora con el calor. Se tiene conocimiento de la elaboración de la mantequilla desde 3.500 años a.C. en los pueblos ganaderos. Estos la obtenían al batir nata en pieles de animales. Este producto era muy valorado por determinadas culturas como mongoles, celtas o vikingos, que donde asentaban su ganadería, transmitían el gusto por la mantequilla. A partir del siglo XIV, se extiende su uso a gran parte del norte y del oeste de Europa. En Francia en esta época, es utilizada incluso como producto de belleza. A partir del siglo XVIII, ya adquiere prestigio como producto y se sirve en la mesa de las clases más favorecidas. La producción a gran escala se produjo en 1879 gracias a las primeras desnatadoras centrifugas y se extendió su consumo debido al desarrollo del tren. La mantequilla se puede obtener de la leche de distintas especies animales. La mantequilla de vaca es la que mayormente se consume, mientras las de oveja, cabra y búfala son habituales de Oriente Medio y Magreb. También se distinguen las mantequillas en función de su proceso de elaboración y su composición: mantequilla batida, mantequilla light o baja en calorías y mantequilla con ingredientes no lácteos (ajos, hierbas aromáticas...). Además si se añade sal en su proceso de elaboración, tenemos la mantequilla salada, o con azúcar la mantequilla dulce. Se encuentran en el mercado mantequillas cuyo color varía desde un amarillo muy pálido, casi blanco, a un amarillo más intenso. Esto depende, como su textura y su gusto, de la alimentación de la vaca, que difiere según la estación, el clima y territorio. En efecto, la intensidad de la coloración depende del contenido en pigmentos (caroteno y clorofila) del forraje consumido por el animal. Las mantequillas de verano son en general más oscuras que las mantequillas de invierno porque la hierba en verano es fresca y rica en pigmentos. Se encuentra disponible durante todo el año. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto fresco, 749 Kcal/100 g. Contiene importantes cantidades de grasas, especialmente saturadas, pero también mono y poliinsaturadas (importante cantidad de ácidos grasos omega 3 y 6). La mantequilla es fuente importante de vitaminas liposolubles como la vitamina A (828 µg), con un contenido 20 veces mayor que la leche con toda su nata y de vitamina E (2 µg) y D (0,76 µg). También es fuente de minerales como el yodo (38 µg). La vitamina A está en mayor o menor cantidad en la mantequilla dependiendo de la alimentación de la vaca y de la estación del año en que se elabore. La mantequilla de verano contiene más vitamina A que la de invierno. Por el contrario, debido a su contenido destacado en ácidos grasos saturados, se recomienda su consumo moderado y ocasional. (Fuente: Fundación Española de Nutrición).
- Este plato es rico en proteínas animales de alta calidad y vegetales y sodio. Contiene vitaminas (D, E, niacina) y minerales (hierro, magnesio, yodo, fósforo, selenio). Los pastelillos de anchoas contienen además ácidos grasos omega 3 y 6 y son ricos en vitaminas A, E y ácido fólico, B12, sodio, potasio y calcio. Los de queso son ricos en calcio, fósforo y vitamina A y aportan B12.
- Comentarios para Deportistas: Por su alto contenido en grasas saturadas y azúcares sencillos, son poco adecuadas para la dieta del deportista. Únicamente de forma ocasional y en pequeñas cantidades.
- Aporte calórico: Aporta en total 1271 Kcal, nos salieron 28 pastelillos (45 Kcal por pastelillo).
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