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jueves, 7 de marzo de 2019

Mejillones a la Belga (receta de Manolo Vijande)

Ingredientes (para 4 raciones):

2 Kg de mejillones (Mínimo esa cantidad. Porción comestible, 25%= 500 g), 2 pencas de apio (unos 400 g), 2 - 3 puerros (unos 300 g), 2 cucharadas de mantequilla (unos 20 g), 1 vaso de vino blanco (150 cc) y 200 ml de nata de cocinar. 

Elaboración:

Cortar el puerro y el apio en juliana fina (antes, quitar los nervios del apio). Poner en un cazo y pochar o sofreír ligeramente 5-10 minutos con la mantequilla y reservar. Se puede poner un poco de pimienta negra, si se quiere. Añadir poco a poco el vino y la nata, revolviendo. (Esta parte de la receta de puede tener preparada con anterioridad y guardada en la nevera, calentándose suavemente cuando se vaya a utilizar). -Lavar y quitar las barbas a los mejillones.  -En una olla grande y fuego fuerte, abrir los mejillones (NO añadir agua ni sal a la olla). Revolver con la espátula un par de veces para que mezclen los de abajo y los de arriba, mantener un par de minutos. -Verter la cazuela con la verdura, la nata y el vino sobre los mejillones, revolver un poco para que se mezcle y comprobar que están hechos (ni gelatinosos, ni secos…). 

Truco: Si en este momento se deja enfriar y luego se guarda todo tapado en la nevera, se puede servir perfectamente al día siguiente, calentando con cuidado sobre el fuego, o el microondas.  Presentación:  Se presentan siempre en la olla en que se han cocinado (se puede disimular un poco poniéndole un trapo de cocina vistoso alrededor…). Se comen en plato hondo y al final se sirve la sopa restante del fondo de la olla, mezcla del caldo que sueltan los mejillones con el sofrito de verduras. 1 Kg/persona, con patatas fritas -como hacen los belgas, donde es el plato nacional, es más que suficiente para una cena de plato único contundente. 

  • Este plato es apto para Diabéticos (ajustando la ración a las calorías diarias permitidas), Intolerantes al Gluten.  No es apto para veganos, vegetarianos ni Intolerantes a la Lactosa. 
  • El mejillón (Mytilus edulis L.) es un molusco que está formado por una concha y una masa visceral. La concha, de color negro azulado, es alargada y con dos valvas iguales —un extremo triangular y otro redondeado. La superficie es sensiblemente lisa, marcándose únicamente las líneas concéntricas de crecimiento. Su carne es blanda y jugosa, de color amarillo o rojizo, más intenso en las hembras que en los machos. Su talla máxima es de 15 cm, aunque la común oscila entre 5 y 8 cm. Es el molusco más conocido y popular de nuestro país, el cual se sitúa entre las primeras potencias productoras mundiales. La mayor producción está en las Rías Bajas, aunque en el Mediterráneo se produce otro, de menor tamaño y también de excelente calidad. Ambos proceden, desde hace muchos años, de la acuicultura, perfectamente dominada y extendida. La práctica totalidad del cultivo se hace por el sistema de bateas, plataformas flotantes sujetas al fondo del mar, de las que penden unas cuerdas a las que, mediante unas mallas, se adhiere la semilla o cría del mejillón. Al poco tiempo estas mallas se deshacen dejando libre al mejillón que ya ha fabricado el biso con el que se sujeta a la cuerda. Los mejillones se retiran de las cuerdas y se colocan en otras para repartir el peso (el desdoble). Alcanzan el tamaño comercial en un año aproximadamente. En la naturaleza, el mejillón vive fijo a las rocas en la zona litoral, tanto en mar abierto como en estuarios, siempre que existan movimientos de aguas significativos. Pueden recolectarse a mano de estas rocas, aunque no es recomendable por los potenciales riesgos que pudieran presentarse. El mejillón destinado a consumo en fresco se recolecta preferentemente durante el otoño y el invierno. Porción comestible 25 g por cada 100 g de producto fresco, 60 Kcal/100 g. Del mejillón destaca el aporte de proteínas de buena calidad (10,8 g), aunque en cantidad algo inferior a las del resto de los moluscos. Posee un bajo contenido en grasa (1,9 g). Aun con esto, el mejillón es fuente de ácidos grasos omega-3. De su contenido en minerales el selenio (56 microg) es el más destacado, siendo los aportes de una ración casi suficientes como para cubrir el total de las ingestas recomendadas al día. En segundo lugar, destacan los aportes de hierro, fósforo (236 mg), yodo (35 microg), calcio (80 mg) y zinc (1,8 mg), potasio (92 mg) y magnesio (23 mg). El hierro que contienen, 4,5 g por 100 g de carne de mejillón, es superior incluso al de muchas carnes como la de cerdo o ternera, si bien hay que tener en cuenta que los mejillones se consumen en cantidades inferiores a las carnes, y con menos frecuencia. Así mismo es fuente de vitaminas del grupo B, (vitamina B12, folatos y niacina). Las dos primeras contribuyen al proceso de división celular mientras que la niacina contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y algo de E.
  • El Apio pertenece a la familia de las Umbelíferas, también denominada Apiáceas, que abarca alrededor de 250 géneros y más de 2.500 especies. La mayoría son plantas propias de las estaciones frías y se reconocen por su abundante contenido en sustancias aromáticas. Algunas clases de esta familia contienen unos compuestos llamados furanocumarinas que pueden causar dermatitis a las personas sensibles a éstos. Esta hortaliza, muy conocida y utilizada por egipcios, griegos y romanos, era considerada en su origen como una simple planta aromática, sin aprovechamiento culinario ni medicinal, hasta que Hipócrates, médico griego del siglo V a.C., lo elogió como potente diurético. Fue en la Edad Media cuando creció el interés por sus propiedades saludables, se mejoró su productividad y se ensayó su cultivo. Desde entonces, su desarrollo ha sido constante. Hoy día, el apio es muy cultivado en las regiones templadas de todo el mundo, en particular en Europa y del norte de América. En España, en 2014 las principales provincias de producción fueron Murcia, Alicante, Almería y Valencia. A pesar de que el apio no es una fuente importante de energía, su consumo resulta saludable y refrescante por su contenido en agua, sales minerales y vitaminas diversas. Por tanto, se puede considerar al apio como un alimento regulador por excelencia. La variedad de vitaminas (alfatocoferol o vitamina E, beta-caronteno o provitamina A, vitamina C, folatos... ) es amplia, aunque la cantidad de estos nutrientes resulta insignificante si se compara con la media de las hortalizas. Lo mismo ocurre con la fibra, de la que el apio es una fuente discreta. La mayoría de propiedades dietéticas y terapéuticas que se atribuyen al apio se deben a su aceite esencial, que contiene, entre otros compuestos, apiol, limoneno, psoralenos o apiina. Éste último abunda más en las hojas y es responsable del olor característico del apio. Su riqueza mineral se refleja en la abundancia de potasio en su composición, así como en cantidades notables de sodio y discretas de calcio, magnesio y zinc. El potasio, muy presente en el apio, es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal. Además, interviene en el equilibrio acuoso dentro y fuera de la célula. aporta solamente 11 Kcal/100 g.
  • Este plato es rico en proteínas animales de alta calidad, ácido fólico, cobalamina, vitaminas A, K y C, potasio, fósforo, hierro y sodio. Contiene ácidos grasos omega 3 y 6, otras vitaminas (grupo B completo, E, ), otros minerales (potasio, magnesio, yodo, selenio y zinc), el apio es muy rico en vitaminas (A, grupo B y D), contiene flavanoides (antioxidantes naturales) y es muy rico en minerales. se dice de él que tiene acción diurética, antiinflamatoria, hipoglucemiante...
  • Comentarios para Deportistas: Por su bajo IG, alto contenido en proteínas animales de calidad, ácidos grasos omega 3 y 6, antioxidantes naturales (que ayudan a reducir el daño oxidativo producido por el ejercicio), minerales y vitaminas, es un plato MUY recomendable para formar parte de la dieta  de entrenamiento. Ojo con su uso en la comida pre competición!!! los mejillones en bastantes ocasiones producen intoxicaciones alimentarias.
  • Aporte calórico: El total del plato aporta 1140 Kcal (285 Kcal por ración).

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