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martes, 4 de febrero de 2020

Rosquillas Fritas

Rosquillas Fritas con Nuez Moscada

Ingredientes:

340 g de harina, 2 huevos, 11 g de Royal, 140 g de azúcar, y algo más de azúcar (20 g) para poner por encima de las rosquillas, la ralladura de un limón, 35 cc de anís, 1 pellizco de sal y otro de nuez moscada y 65 g de aceite (yo usé mezcla de girasol y oliva), más el aceite para freírlas. 

Elaboración:

Lavamos y rallamos el limón, sin llegar a la parte blanca, para que no amargue.

De la forma tradicional: Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumen. Añadimos la ralladura del limón y el anís y volvemos a batir todo muy bien hasta que quede integrado. Añadimos el aceite y el anís y volvemos a batir hasta que esté bien mezclado. Añadimos poco a poco la levadura mezclada con la harina hasta conseguir una masa que se pega pero manejable.

En Thermomix: Con el vaso limpio y seco, pulverizar el azúcar programando 30 seg/vel 10. Añadir la piel de limón y programar otros 30 seg/vel 10. Verter el aceite, los huevos y el anís y mezclar, programando 10 seg/vel 4. Agregar la harina, la levadura y la sal. Programar 15 seg/vel 6. Sacar del thermomix e introducir en un bol previamente untado de aceite. (Yo las he elaborado en Thermomix).
Es una masa blanda pero que se puede manejar con las manos. Si le faltase harina (la masa está demasiado blanda y no se puede coger con las manos), añadir una o dos cucharadas y programar 15 segundos/velocidad Espiga. Retirar del vaso.
Preparar una bola con la masa e introducirla en un bol untado de aceite. Con las manos mojadas en aceite formar bolas del tamaño de una nuez, unirlas de dos en dos y presionar en el centro con el dedo para hacer el agujero, agrandándolo para formar las rosquillas. También puede hacerlas con una sola bola.




  • Estas rosquillas son aptas para vegetarianos e Intolerantes a la Lactosa. NO son Aptas para veganos, Diabéticos ni Intolerantes al Gluten.
  • La harina, es «el producto finamente triturado, obtenido de la molturación del grano de trigo, Triticum aestivum, o la mezcla de este con el Triticum durum en la proporción 4:1, maduro, sano y seco e industrialmente limpio». Productos similares procedentes de otros cereales deben indicar el nombre del grano con el que se elabora. En la actualidad hay muchas variedades de trigo (mejorado por cruzamientos y selección), que se pueden agrupar en dos: trigos duros (se utilizan para la fabricación de sémolas y pastas) y trigos blandos (se utilizan para la fabricación de harinas destinadas a la panificación). Las distintas variedades de trigo, tras su molturación, originan diferentes harinas. La harina blanca se obtiene a través de los procesos de molturación y molienda: tras la limpieza y el acondicionamiento del grano se realiza el descascarillado, para separar la cubierta externa (salvado), el germen y la capa de aleurona del núcleo central del grano (endospermo amiláceo). El resto, se muele reduciendo sus dimensiones y según el tamaño de las partículas se separan las diferentes harinas, las cuales (mostacilla, sémola, semolina, harina gruesa y harina fina) se emplean para usos distintos según sus características, como producción de pasta, panificación, elaboración de churros o bollería, etc. La harina integral se obtiene de la molienda de los granos de trigo enteros con todas sus envolturas celulósicas, siendo por tanto, una masa más oscura y pesada que la masa común de harina blanca, al contener mayor cantidad de cáscara (compuesta principalmente por fibra). Este alimento está disponible en el mercado durante todo el año. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto fresco, 375 Kcal/100 g. La harina de trigo contiene principalmente hidratos de carbono complejos. Su contenido en proteínas, lípidos, vitaminas (tiamina, riboflavina y niacina) y minerales es relativamente importante. De estos últimos destaca el fósforo (22 μg). Entre las proteínas (9,3 g%), la más representativa es el gluten, que confiere a la harina la característica típica de elasticidad durante la panificación, para llegar a obtener un producto final poroso y esponjoso. Las proteínas no tienen un gran valor biológico, son deficientes en lisina y en treonina; sin embargo, actualmente las harinas se suelen enriquecer con estos aminoácidos y algunas vitaminas y minerales. El contenido en proteínas varía según el tipo de trigo, época de cosecha y grado de extracción (proporción de grano completo que se emplea para obtener una cantidad determinada de harina). La harina integral, al tener un alto grado de extracción, por conservar la cubierta, el germen y la capa de aleurona, al no haber sido sometido el grano a un proceso de refinado, aporta mayor cantidad de proteínas, grasas (aceite en el germen), minerales, vitaminas del grupo B (particularmente de ácido fólico), pero sobre todo de fibra (3,4 g% la harina blanca). Por otro lado, un componente que destaca en el trigo es el ácido fítico, el cual se encuentra en la capa de aleurona; así, la harina integral que contiene salvado y aleurona podrá dificultar la absorción de determinados minerales, como hierro y calcio, presentes en la harina misma o en otros alimentos. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
  • Son ricas en proteínas animales y vegetales de calidad, vitamina A, retinol, ácido fólico, fósforo, potasio y sodio.  Contienen fibra, otras vitaminas (grupo B, D y E) y minerales (calcio, hierro, magnesio, selenio). Contienen azúcares sencillos y grasas saturadas. 
  • Comentarios para Deportistas: Por su alto contenido en grasas saturadas y azúcares sencillos, son poco adecuadas para la dieta del deportista. Únicamente de forma ocasional y en pequeñas cantidades.
  • Aporte calórico: El total de la receta aporta unas 2800 Kcal (calculando un consumo de 40 g de aceite en el proceso de freírlas), 3160 Kcal. Salen unas 30 - 32 rosquillas (100 Kcal por rosquilla). 

Rosquillas Fritas con Canela

Ingredientes:

3 huevos, 500 g de harina, 225 g de azúcar, 1 cucharada de canela, ralladura de limón, 1 sobre de levadura (15 g), 1 cucharada de anís (10 g), 90 g de aceite de oliva virgen extra y un poco más de azúcar para rebozarlas (30 g).
Almibar: Igual cantidad de agua que de azúcar  y 40 mL de ron.

Elaboración:

De la forma tradicional: Lavamos y rallamos el limón, sin llegar a la parte blanca, para que no amargue. Reservamos. Batimos las claras con el azúcar a punto de nieve. Batimos las yemas con el aceite como si fuéramos a hacer una mayonesa. Mezclamos las yemas con las claras a punto de nieve. Añadimos la ralladura del limón, el anís, la canela y volvemos a batir todo muy bien hasta que quede integrado. Añadimos poco a poco la levadura mezclada con la harina hasta conseguir una masa que se pega pero manejable. 

En Thermomix: Con el vaso limpio y seco, pulverizar el azúcar programando 30 seg/vel 10. Añadir la piel de limón y programar otros 30 seg/vel 10. Reservar. Introducir las claras y el azúcar en el vaso del Thermomix, poner la mariposa y programar 4 minutos/velocidad 3 y medio. Reservar. Introducir las yemas con el aceite en el Thermomix y programar 1 minuto/velocidad 6. Añadir la canela, el anís, la raspadura de limón y mezclar 10 seg/vel 6. Añadir las claras batidas y mezclar con la espátula. Agregar la harina y la levadura programar 15 seg/vel 6Si le faltase harina (la masa está demasiado blanda y no se puede coger con las manos), añadir una o dos cucharadas y programar 15 segundos/velocidad EspigaSacar del thermomix e introducir en un bol previamente untado de aceite. Dejar reposar una hora y después freírlas como hemos hecho en la receta anterior. Una vez fritas, introducirlas en el almíbar y después rebozarlas en azúcar y servir.

  • Estas rosquillas son aptas para vegetarianos e Intolerantes a la Lactosa. NO son Aptas para veganos, Diabéticos ni Intolerantes al Gluten.
  • La harina, es «el producto finamente triturado, obtenido de la molturación del grano de trigo, Triticum aestivum, o la mezcla de este con el Triticum durum en la proporción 4:1, maduro, sano y seco e industrialmente limpio». Productos similares procedentes de otros cereales deben indicar el nombre del grano con el que se elabora. En la actualidad hay muchas variedades de trigo (mejorado por cruzamientos y selección), que se pueden agrupar en dos: trigos duros (se utilizan para la fabricación de sémolas y pastas) y trigos blandos (se utilizan para la fabricación de harinas destinadas a la panificación). Las distintas variedades de trigo, tras su molturación, originan diferentes harinas. La harina blanca se obtiene a través de los procesos de molturación y molienda: tras la limpieza y el acondicionamiento del grano se realiza el descascarillado, para separar la cubierta externa (salvado), el germen y la capa de aleurona del núcleo central del grano (endospermo amiláceo). El resto, se muele reduciendo sus dimensiones y según el tamaño de las partículas se separan las diferentes harinas, las cuales (mostacilla, sémola, semolina, harina gruesa y harina fina) se emplean para usos distintos según sus características, como producción de pasta, panificación, elaboración de churros o bollería, etc. La harina integral se obtiene de la molienda de los granos de trigo enteros con todas sus envolturas celulósicas, siendo por tanto, una masa más oscura y pesada que la masa común de harina blanca, al contener mayor cantidad de cáscara (compuesta principalmente por fibra). Este alimento está disponible en el mercado durante todo el año. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto fresco, 375 Kcal/100 g. La harina de trigo contiene principalmente hidratos de carbono complejos. Su contenido en proteínas, lípidos, vitaminas (tiamina, riboflavina y niacina) y minerales es relativamente importante. De estos últimos destaca el fósforo (22 μg). Entre las proteínas (9,3 g%), la más representativa es el gluten, que confiere a la harina la característica típica de elasticidad durante la panificación, para llegar a obtener un producto final poroso y esponjoso. Las proteínas no tienen un gran valor biológico, son deficientes en lisina y en treonina; sin embargo, actualmente las harinas se suelen enriquecer con estos aminoácidos y algunas vitaminas y minerales. El contenido en proteínas varía según el tipo de trigo, época de cosecha y grado de extracción (proporción de grano completo que se emplea para obtener una cantidad determinada de harina). La harina integral, al tener un alto grado de extracción, por conservar la cubierta, el germen y la capa de aleurona, al no haber sido sometido el grano a un proceso de refinado, aporta mayor cantidad de proteínas, grasas (aceite en el germen), minerales, vitaminas del grupo B (particularmente de ácido fólico), pero sobre todo de fibra (3,4 g% la harina blanca). Por otro lado, un componente que destaca en el trigo es el ácido fítico, el cual se encuentra en la capa de aleurona; así, la harina integral que contiene salvado y aleurona podrá dificultar la absorción de determinados minerales, como hierro y calcio, presentes en la harina misma o en otros alimentos. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
  • Son ricas en proteínas animales y vegetales de calidad, vitamina A, retinol, ácido fólico, fósforo, potasio y sodio.  Contienen fibra, otras vitaminas (grupo B, D y E) y minerales (calcio, hierro, magnesio, selenio). Contienen azúcares sencillos y grasas saturadas. 
  • Comentarios para Deportistas: Por su alto contenido en grasas saturadas y azúcares sencillos, son poco adecuadas para la dieta del deportista. Únicamente de forma ocasional y en pequeñas cantidades.
  • Aporte calórico: El total de la receta aporta unas 4040 Kcal (calculando un consumo de 50 g de aceite en el proceso de freírlas), 4490 Kcal, salen de 45 a 50 rosquillas, de 90 a 100 Kcal según número (tamaño) de rosquillas.

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