Ingredientes:
2 dientes de ajo, 1 cebolla (unos 150 g), 1 cucharada de harina una cucharada de harina (unos 20 g), medio vasito de vino blanco (100 cc), 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y 250 cc de caldo de pescado o marisco o 1 pastilla de caldo de pescado y un ramillete generoso de perejil.
Elaboración:
De la manera tradicional: Se pican el ajo y la cebolla y se fríen en el aceite. Cuando están bien pochados, se añade la harina y se fríe un poquito, a continuación se añade el vino blanco y cuando haya reducido un poco, se añade el caldo. Hay que remover constantemente para que no se hagan grumos. Cuando está ya todo listo se añade el perejil finamente picado. (Nacho la ha elaborado de ésta forma).
En Thermomix: Ponga en el vaso las hojas de perejil y trocee 5 segundos/velocidad 7, retire a un bol y reserve. Ponga el ajo y la cebolla en el vaso y trocee 3 segundos/velocidad 6. Baje los restos de las paredes con la espátula, añada el aceite y sofría 4 minutos/100º/velocidad cuchara. Añada la harina y sofría 4 minutos/100º/velocidad cuchara. Agregue el vino blanco y programe 2 minutos/100º/velocidad cuchara. Agregue el caldo de pescado y programe 7 minutos/100º/velocidad cuchara. Incorpore el perejil y mezcle 5 segundos/velocidad 3. Sirva inmediatamente.
Esta salsa puede utilizarse para acompañar pescados o verduras.
- Esta salsa es apta para Diabéticos (ajustando la ración a las calorías diarias permitidas) e Intolerantes a la Lactosa. No es apta para veganos, vegetarianos (hay una opción si cambiamos el caldo de pescado por caldo vegetal) ni Intolerantes al Gluten (hay una opción si se cambia la harina de trigo por harina de maíz).
- El Ajo, es el nombre común de varias herbáceas intensamente olorosas de la familia de las liliáceas y de los bulbos de estas plantas. Tiene flores pequeñas, blanquecinas, de seis piezas, dispuestas en umbelas. El fruto es una cápsula que encierra unas semillas negras arriñonadas. El bulbo, de olor y sabor intensos característicos, está cubierto por una envoltura papirácea y consta de varias piezas fáciles de separar llamadas dientes; contiene una sustancia denominada aliína, que por acción de un fermento contenido en ellos se transforma en disulfuro de alilo, que presenta el olor característico de los ajos. Su origen se sitúa en Asia Central, y desde allí se extendió a todo el mundo. Se tienen noticias de su utilización como energizante en la alimentación de los obreros que construyeron las pirámides de Egipto; y hasta tal punto se hizo necesario, que una vez que faltó el ajo, alrededor del año 3500 a.C., los obreros se negaron a trabajar, dando lugar a la primera huelga que se conoce. En Grecia los atletas comían ajo antes de la competición para coger fuerzas, y después de ella para reponerse. También los romanos recomendaban su uso como antiparasitario, y como medida contra variadas miasmas. En el periodo colonial fue introducido en África y América y durante la Primera Guerra Mundial se utilizó en la desinfección de las heridas, cuando faltaron los antisépticos convencionales. Su cultivo es muy simple, pues se siembran los dientes de ajo a finales de otoño, y se cosechan en verano, cuando las largas hojas verdes y planas se han secado y marchitado por completo. Los ajos tiernos (ajetes), una verdura exquisita, se cosechan antes de la floración de la planta, especialmente en primavera. Porción comestible 76 g por cada 100 g de producto fresco, 118 Kcal /100 g. Es fuente de minerales como el yodo (94 µg), fósforo (134 mg), potasio 529 mg), también menores cantidades de calcio, hierro, magnesio y sodio. Contiene vitaminas como la vitamina B6 y en menores cantidades resto del complejo B (no B12) y mayor cantidad de C (11 mg). Las propiedades del ajo están basadas sobre todo en los componentes sulfurados que contiene (alicina, alil/dialil sulfidos). Los efectos que produce el ajo parecen manifestarse, sobre todo, cuando éste se ingiere crudo, sin embargo ciertos autores señalan que mantiene sus propiedades tras el proceso de fritura o cocción. (Fuente: Fundación Española de Nutrición).
- Es rica en vitamina A y C, potasio, calcio y fósforo. Tiene 1,1 g de fibra/100 g, 5,3 g de proteínas, 0,3 de lípidos y 23 g de carbohidratos. Contiene proteínas vegetales, antioxidantes, otras vitaminas (grupo B, excepto B12, E y K), y minerales (sodio, yodo, selenio, magnesio, cinc y hierro).
- Comentarios para Deportistas: Esta salsa, por su contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes es adecuada para formar parte de la dieta base del deportista.
- Aporte calórico: La receta completa aporta 341 Kcal.
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