Ingredientes:
800 g de manzanas ya limpias y peladas, 2 naranjas (400 g, 73% de porción comestible = 290 g), la piel de 1 naranja, 800 g de azúcar y el zumo de 1 limón.
Elaboración:
Lavar bien la fruta. Pelar y limpiar bien las manzanas y trocearlas. Pelar y trocear las naranjas, quitar las semillas y cortar la parte naranja de la piel de una de ellas. Reservar.
En Thermomix: Poner el azúcar y la piel de la naranja en el vaso del Thermomix y mezclar 30 segundos/velocidad 6. Añadir la naranjas y manzanas troceadas. Situar el Varoma destapado sobre la tapa del vaso, sin el cubilete, para evitar salpicaduras y programar 30 minutos/Varoma/velocidad 1.
También se puede hacer de la manera tradicional: Rallar la piel de una naranja y poner en una cazuela. Añadir las manzanas y naranjas troceadas, y poner a hervir junto con el azúcar y el jugo de limón. Bajar el fuego y, sin dejar de revolver, cocer a fuego lento durante aproximadamente media hora.
Meter la mermelada en botes de cristal previamente esterilizados, cerrar bien y hervir al baño de María durante 25 minutos. Repetir la operación a las 24 horas y dejar enfriar boca abajo. Etiquetar y conservar.
- Esta mermelada es apta para Veganos, Vegetarianos, Intolerantes al Gluten y a la Lactosa. No es apta para Diabéticos.
- La naranja es el fruto del naranjo dulce, árbol que pertenece al género Citrus de la familia de las rutáceas. El naranjo dulce (Citrus sinensis) no se debe confundir con el amargo (Citrus aurantium), cultivado desde antiguo como árbol ornamental y para obtener fragancias de sus frutos. Estos frutos, llamados hesperidios, tienen la particularidad de que su pulpa está formada por numerosas vesículas llenas de jugo. Presentan un color anaranjado, al que deben su nombre, aunque algunas especies son casi verdes cuando están maduras. Su sabor varía desde el amargo hasta el dulce. Es originaria del sureste de China y norte de Birmania, aunque se la conoce en el área mediterránea desde hace aproximadamente tres mil años. Desde su lugar de origen, el naranjo se extendió a Japón y a lo largo de la India, llegó a Occidente, por la Ruta de la Seda. Los árabes la introdujeron en el sur de España en el siglo X, aunque el naranjo dulce no fue conocido hasta 1450. A partir de ese momento fue extendiéndose por toda Europa, alcanzando gran popularidad durante la segunda mitad del siglo XV. Se cosecha normalmente en invierno o a mediados de otoño, de ahí su fama de que sea la mejor fruta para afrontar las temperaturas frías. Porción comestible 73 g por cada 100 g de producto fresco, 42 Kcal/100 g. Es una fruta bajo contenido de grasa. Aporta a la dieta una cantidad interesante de fibra soluble (pectinas). En su composición también cabe destacar que es fuente de ácido ascórbico o vitamina C (50 mg%), que favorece la absorción intestinal del hierro. (Una naranja de tamaño medio aporta 82 mg de vitamina C, siendo 60 mg la ingesta recomendada al día para este nutriente). También es fuente de folatos (37 µg%), que contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas, 40 µg% de vitamina A y pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B (excepto B12) y E. Entre los minerales destacan el potasio (200 mg%), el fósforo (18 mg%), el calcio (36 mg), el magnesio (12 mg%) y el selenio (1 µg%). Además, las naranjas aportan carotenoides con actividad provitamínica A (principalmente b-criptoxantina). También contiene otros carotenoides sin actividad provitamínica A, como la luteína y la zeaxantina. Las naranjas presentan en su composición ácidos orgánicos, como el ácido málico y el ácido cítrico, que es el más abundante. Además, contienen importantes cantidades de los ácidos hidroxicinámicos, ferúlico, caféico y p-cumárico, ordenados de mayor a menor en función de su actividad antioxidante. Las naranjas son ricas en flavonoides. Los más conocidos son: hesperidina, neoshesperidina, naringina, narirutina, tangeretina y nobiletina. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición). Cuando se consume esta fruta en forma de zumo varían sus características nutricionales, ya que este apenas contiene fibra y tiene menores cantidades de vitaminas y minerales que la naranja entera. En cualquier caso, lo ideal es tomarlo recién exprimido, para evitar las pérdidas de vitamina C. La cáscara de naranja es la parte externa del fruto. Aunque no se suele comer, no debería tirarse sin aprovecharla al máximo porque sus propiedades proporcionan beneficios para la salud y se le puede sacar mucho rendimiento. la vitamina C, está más presente en la cáscara que en su pulpa y es un potente antioxidante. También los flavonoides, así como una mayor cantidad de fibra. La cáscara de naranja tiene diversos usos en nutrición: Naranja confitada, mermeladas, bizcochos, flanes, etc., entre las recetas dulces, e infinidad de platos salados a los que se les añade corteza rallada, como por ejemplo al salmón a la naranja. La corteza de naranja es, además, saciante, diurética y baja en calorías. También se puede tomar en forma de infusión.
- Esta mermelada es muy rica en fibra, vitamina C, antioxidantes, carotenos y potasio. Contiene vitaminas A, grupo B, E y K) y minerales (potasio, calcio y fósforo, hierro, sodio, selenio y magnesio).
- Comentarios para Deportistas: El gran contenido en azucares sencillos lo hace un postre poco recomendable para formar parte de la dieta base del deportista, así como en la de entrenamiento y/o competición, aunque su elevado contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes, resulte interesante para utilizarla en pequeñas cantidades formando parte del desayuno, merienda o media mañana, untada en pan o tostadas. Puede ser interesante en deportistas vegetarianos y veganos.
- Aporte calórico: El total de la receta aporta 3700 Kcal y salen 1950 g (9 tarros de 220 g), 411 Kcal/tarro (190 Kcal/100 g.
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