Ingredientes:
240 g de harina,1 huevo, 35 g de azúcar, 25 g de mantequilla, 1/2 cucharada de miel (15 g), 85 cc de leche semidesnatada templada (30 segundos al microondas, esto es crítico, no debe de estar fría ni caliente), 4 g de levadura de panadería seca y un pellizco de sal.
Elaboración:
De la manera tradicional: Poner en un bol la leche con el azúcar y la levadura, mezclar con una varilla y dejarlo reposar 10 minutos. Fundir la mantequilla en el microondas 10 segundos. Añadir el resto de los ingredientes y amasar unos 10-15 minutos.
En Thermomix: Poner en un bol la leche con el azúcar y la levadura, mezclar con una varilla y dejarlo reposar 10 minutos. Incorporar la mantequilla al vaso del Thermomix y calentar 15 segundos/90°C/velocidad 1. Añadir el resto de los ingredientes al vaso y función amasar 10-15 minutos. (Nosotros los hemos elaborado por éste método).
Espolvorear harina en una tabla y hacer bolas del tamaño que se desee. Pincelar una fuente de horno con un poco de aceite y colocar las bolas en ella, introducir al horno precalentado a 80°C durante 20 minutos. Transcurrido este tiempo, subir la temperatura del horno a 180 °C y dejar los brioches 15 minutos más. Si se quiere que queden brillantes, se las puede pincelar con huevo batido y se mete en el horno un minuto a la misma temperatura hasta que cojan el color adecuado o bien, al sacarlos del horno, se coloca sobre cada brioche una avellana de mantequilla (nosotros hemos utilizado ésta opción).
- Esta receta es apta para Vegetarianos. No es apta para Veganos, Diabéticos, Intolerantes al Gluten ni a la Lactosa.
- La harina, es «el producto finamente triturado, obtenido de la molturación del grano de trigo, Triticum aestivum, o la mezcla de este con el Triticum durum en la proporción 4:1, maduro, sano y seco e industrialmente limpio». Productos similares procedentes de otros cereales deben indicar el nombre del grano con el que se elabora. En la actualidad hay muchas variedades de trigo (mejorado por cruzamientos y selección), que se pueden agrupar en dos: trigos duros (se utilizan para la fabricación de sémolas y pastas) y trigos blandos (se utilizan para la fabricación de harinas destinadas a la panificación). Las distintas variedades de trigo, tras su molturación, originan diferentes harinas. La harina blanca se obtiene a través de los procesos de molturación y molienda: tras la limpieza y el acondicionamiento del grano se realiza el descascarillado, para separar la cubierta externa (salvado), el germen y la capa de aleurona del núcleo central del grano (endospermo amiláceo). El resto, se muele reduciendo sus dimensiones y según el tamaño de las partículas se separan las diferentes harinas, las cuales (mostacilla, sémola, semolina, harina gruesa y harina fina) se emplean para usos distintos según sus características, como producción de pasta, panificación, elaboración de churros o bollería, etc. La harina integral se obtiene de la molienda de los granos de trigo enteros con todas sus envolturas celulósicas, siendo por tanto, una masa más oscura y pesada que la masa común de harina blanca, al contener mayor cantidad de cáscara (compuesta principalmente por fibra). Este alimento está disponible en el mercado durante todo el año. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto fresco, 375 Kcal/100 g. La harina de trigo contiene principalmente hidratos de carbono complejos. Su contenido en proteínas, lípidos, vitaminas (tiamina, riboflavina y niacina) y minerales es relativamente importante. De estos últimos destaca el fósforo (22 microg). Entre las proteínas (9,3 g%), la más representativa es el gluten, que confiere a la harina la característica típica de elasticidad durante la panificación, para llegar a obtener un producto final poroso y esponjoso. Las proteínas no tienen un gran valor biológico, son deficientes en lisina y en treonina; sin embargo, actualmente las harinas se suelen enriquecer con estos aminoácidos y algunas vitaminas y minerales. El contenido en proteínas varía según el tipo de trigo, época de cosecha y grado de extracción (proporción de grano completo que se emplea para obtener una cantidad determinada de harina). La harina integral, al tener un alto grado de extracción, por conservar la cubierta, el germen y la capa de aleurona, al no haber sido sometido el grano a un proceso de refinado, aporta mayor cantidad de proteínas, grasas (aceite en el germen), minerales, vitaminas del grupo B (particularmente de ácido fólico), pero sobre todo de fibra (3,4 g% la harina blanca). Por otro lado, un componente que destaca en el trigo es el ácido fítico, el cual se encuentra en la capa de aleurona; así, la harina integral que contiene salvado y aleurona podrá dificultar la absorción de determinados minerales, como hierro y calcio, presentes en la harina misma o en otros alimentos. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
- Estos brioches son ricos en fibra y vitamina A, retinol, carotenos, potasio, fósforo. Contienen ácidos grasos omega 3 y 6, proteínas animales de calidad y vegetales, otras vitaminas (grupo B completo, C, D, E) y minerales (calcio, sodio, magnesio, hierro, selenio, yodo y zinc).
- Comentarios para Deportistas: Su elevado contenido en grasas saturadas y azúcares sencillos, así como su gran aporte calórico, lo hacen un plato poco adecuado para la dieta de un deportista. Únicamente, ocasionalmente y en pequeñas cantidades.
- Aporte calórico: El total de la receta aporta 1371 Kcal el total de la receta, y han salido 5 brioches (3 más pequeños y 2 grandes, podrían haber sido 6 de un tamaño similar), aproximadamente 275 Kcal por brioche (hay que tener en cuenta las diferencias de tamaño, 6 de el mismo tamaño tendrían 229 Kcal por brioche).
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