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viernes, 23 de septiembre de 2022

Paté de Sardinas

Ingredientes:

1 lata de sardinas o sardinillas en conserva (peso escurrido 88 g), 100 g de queso blanco cremoso para untar, tipo Philadelphia (nosotros utilizamos Philadelphia Original, pero puede ser Light), 10 - 20 g de zumo de limón, sal y pimienta al gusto. Unas gotas de tabasco. Perejil o cebollino picado al gusto.

  • Elaboración:

Abrimos la lata de sardinas y escurrimos bien. El aceite podemos guardarlo para después. Retiramos la espina central de cada sardina.

De la manera tradicional: Picamos la cebolleta y metemos en un procesador de alimentos o el vaso de la batidora las sardinas, el tabasco, la cebolleta picada y, el cebollino o perejil. Agregamos un poquito de zumo de limón y el queso crema y trituramos hasta obtener una crema homogénea.

En Thermomix: introducimos la cebolleta en el vaso y picamos 4 segundos/velocidad 5. Añadimos las sardinas, el tabasco, el zumo de limón, el cebollino o perejil y trituramos 10 segundos/velocidad 6, 8, hasta que la crema esté homogénea. 
Rectificamos de sal y pimienta y lo guardamos en un frasco de cristal, en la nevera para que tome cuerpo. Si no se va a consumir de inmediato, se puede cubrir el paté con un poco del aceite de la propia conserva  para evitar que se reseque.


  • Este paté es apto para Diabéticos (ajustando la ración a las calorías diarias permitidas) e Intolerantes al Gluten. No es apto para veganos, vegetarianos ni Intolerantes a la Lactosa.
  • Las sardinas en aceite: La norma establece que sólo pueden comercializarse como «conservas de sardinas» las elaboradas con peces de la especie Sardina pilchardus. Si se empleara cualquier otra especie de sardina (S. melanostictus, S. neopilchardus, S. ocellatus, S. sagax, S. caeruleus), la denominación del producto sería «sardinas» junto al nombre científico de la especie. Una vez pescadas, las sardinas se lavan; después, se refrigeran o congelan en el mismo barco. Cuando llegan a las factorías, se clasifican por tamaño y peso, se evisceran y descabezan. Posteriormente, se les quitan las escamas y se trabaja la forma de presentación (en filetes o enteras). Tras la cocción, se colocan en las latas, donde se les añaden sal y aceite. Las latas se cierran herméticamente y se introducen en autoclave para su esterilización. Este proceso aumenta la vida útil del pescado y consigue que para su conservación no sea necesaria la refrigeración. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto envasado, 224 Kcal/100 g. Son ricas en proteínas (22,2 g), grasas (15 g): ácidos grasos monoinsaturados e insaturados, ácidos grasos omega-3, selenio (50 mg), hierro (3,2 mg), potasio (430 mg), sodio (650 mg), zinc (3 mg), fósforo (341 mg), calcio (400 mg), magnesio (52 mg), yodo (16 mg), selenio (50 μg), vitamina B12, B6, niacina, riboflavina, vitamina A (50 μg) y vitamina D (7 μg). Como las sardinas frescas, las sardinas en aceite tienen un alto valor nutritivo. Es un pescado azul con gran contenido en proteínas de alto valor biológico. Su contenido en grasas se ve aumentado respecto a su homólogo en fresco, debido al aceite de cobertura. Además, al tratarse de un aceite de oliva o vegetal, se aumenta el aporte de ácidos grasos mono y poliinsaturados, y se invierte la relación omega 6/omega-3, con un incremento de los primeros respecto a los segundos. Es por ello un alimento muy recomendable, aunque esta aseveración tiene sus matices: el contenido de colesterol (100 mg/100 g) es elevado; aunque, la capacidad de los pescados para aumentar el colesterol sanguíneo es inferior a la de otros alimentos de origen animal (embutidos, mantequilla, quesos curados, tocino, etc.), debido al menor contenido en ácidos grasos saturados. En este sentido, es oportuno recordar que existe una relación directa entre el consumo de grasas saturadas y el colesterol sanguíneo, y no tan directa en el caso del colesterol dietético. Respecto al contenido en minerales, destaca el aporte de selenio, fósforo, hierro, potasio, zinc y calcio, del que las sardinas en aceite resultan muy buena fuente, al poder consumirse con su espina; además, este calcio es de fácil absorción por el aporte en paralelo de vitamina D, contribuye a la absorción y utilización normal del calcio y fósforo. El contenido en sodio es muy elevado ya que la sal se utiliza como ingrediente en la conserva. Entre las vitaminas sobresalen los contenidos de vitamina B12, B6, niacina y riboflavina —hidrosolubles—, y de vitamina D —liposoluble—. Las tres vitaminas hidrosolubles contribuyen al metabolismo energético normal. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
  • Este paté es muy rico en sodio, potasio, calcio y fósforo, vitamina A, retinol, rico en ácidos grasos omega 3 y 6, proteínas animales de calidad, yodo, selenio, hierro, carotenos, ácido fólico, B12 y D. Contiene otras vitaminas (grupo B completo, C, E y K) y minerales (cinc). tiene un bajo IG. aporte en paralelo de vitamina D, contribuye a la absorción y utilización normal del calcio y fósforo.
  • Comentarios para Deportistas: Es un aperitivo muy nutritivo, que contiene una elevada cantidad de proteínas de calidad, vitaminas, minerales, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, lo que lo hace muy adecuado para formar parte de la dieta base del deportista así como de la de entrenamiento y competición. Muy interesante para utilizar sobre tostadas de pan integral, en sándwiches, con bollitos..., como parte del desayuno, merienda o aperitivos.
  • Aporte calórico: La receta completa aporta 465 Kcal elaborado con queso Philadelphia Original y 370 Kcal, elaborado con queso Philadelphia Light.

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