El bocadillo de pastrami lo probé por primera vez el el Restaurante obrador Katz, de Madrid, situado en la Calle Gabriel Lobo 26, Chamartín. Katz nace en 2020 y es creado por David Bibi Katz, un ingeniero de origen israelí que llegó al mundo de la restauración tras pasar una vida dedicada a la aviación y el I+D. Es también familiar de los Katz de Nueva York, el templo del pastrami en dicha ciudad. Su carrera gastronómica se forjó desde muy joven, en la cocina de su familia y evolucionó a través de sus viajes. Restaurante en el que prima la materia prima, de cercanía, ecológica. Su inquietud cuando sólo era un niño le llevó a descubrir la técnica del ahumado para elaborar carnes y pescados. Gracias a su curiosidad y picardía trabajó en un restaurante francés reconocido en Tel Aviv dónde se empapó de su cultura gastronómica. Con un obrador propio (con y sin gluten) que elabora cada día el pan con las antiguas técnicas, usando masa madre y horno de leña. KATZ ha sido diseñado en su conjunto tanto culinario como visual, para poder crear un espacio en el que ofrecer desayunos entre amigos o de trabajo, pasando por ser un lugar para poder cenar o comer en familia. En KATZ se cuida todo al detalle para crear una experiencia perfecta los clientes, como lo es una buena propuesta musical: jazz, blues o soul de los 70 consiguen trasportar al cliente a un momento único a través de los sentidos. Además, el cuenta con una amplia carta de bollería con una esencia única en el mercado, fusionando sabores mediterráneos con los europeos del norte, hasta el hojaldre original turco (https://katzmadrid.com/origen/). La primera vez que probé este bocadillo, fuimos a comer en familia, mi marido, mi hija y yo. Nos gustó mucho tanto por el sabor y la variedad de su comida y sus increibles zumos naturales, como por la originalidad del local y los fantásticos panes que probamos. No voy a negar que, a mi particularmente, me agradó tambien mucho el hecho de que el Restaurante sea regentado por un isrealí (yo soy muy pro Israel) y que la comida que servían fuera también israelí.
Ingredientes (1 ración):
2 lonchas de pan de sándwich multicereales (Nosotros hemos utilizado el pan de cereales y semillas, marca Alimerka, 40 g cada loncha, 220 Kcal las dos), 90 g de pastrami en lonchas finas (el pastrami que hemos utilizado, Speciak, de Aldi, contiene 117 Kcal/100 g), 1 pepinillo en vinagre (25 g), 2 cucharaditas de mayonesa (30 g) y 20 g de mostaza. Opcionalmente, 30 g de rúcula.
Elaboración:
Tostar el pan en la plancha. Untar cada loncha de pan con la mayonesa y la mostaza. Colocar sobre una de las lonchas el pastrami y sobre la otra el pepinillo es lonchas finas, y cerrar. Comer caliente o templado.
- Este sandwich es apto para Diabéticos (ajustando el tamaño de ración a las calorías permitidas) e Intolerantes a la Lactosa. No es apto para veganos, vegetarianos ni Intolerantes al Gluten.
- El pastrami (también llamado pastrón) es un tipo de carne curada, originario del Imperio Otomano y popularizado en los Estados Unidos a finales del siglo XIX, especialmente entre la comunidad judía de Nueva York. Suele prepararse con carne de res, tradicionalmente de la falda, aunque en algunos casos también se utiliza pecho de res o pavo. La carne pasa por un proceso de curado en salmuera, se sazona con una mezcla de especias, se ahúma y finalmente se cuece al vapor, lo cual le da su característico sabor y textura. El proceso de elaboración del pastrami consiste en: se desangra (usualmente por medio de prensado), se pone la carne en salmuera, se seca, se le añaden algunos condimentos, tales como ajo, pimienta negra, mejorana, albahaca; se ahúma y se cuece al vapor. Normalmente, este alimento se prepara con carnes rojas, fundamentalmente de falda de vacuno en América, adecuadas a las normas kósher. Por ello, en Medio Oriente, también hay preparados de pastrami con carne de gallina y ya, a comienzos del siglo XXI, podía verse pastrami elaborado con carne de pavo (llamado pastrami de pavo o jamón de pavo). El nombre proviene etimólogicamente del rumano pastramă, del verbo a păstra (que significa ‘mantener’, ‘conservar’), y éste, a su vez, del griego παστραμάς/παστουρμάς y del turco bastırma ('presionar la carne'). A Estados Unidos es probable que llegase con la diáspora judía de Besarabia (Imperio ruso), en la segunda mitad del siglo XIX. Hoy en día se cocina con pastrami en estas regiones de Moldavia, y se puede decir que es un distintivo claro de la cocina judía local. En Argentina, el pastrami (allí llamado pastrón), ya era conocido a principios del siglo XX como un producto de charcutería, asociado a la gastronomía de los inmigrantes judíos. El pastrami suele servirse cortado en lonchas y dentro de un sándwich, aunque existen versiones cocinadas ligeramente asadas y servidas con fideos tostados llamados farfalej y cebolla frita en grasa de ave llamada Schmaltz. En Nueva York es muy popular el pastrami elaborado con falda de ternera; se sirve típicamente caliente en un sandwich hecho con pan de centeno, a menudo con una ensalada coleslaw y una salsa (Russian dressing), muy similar al sandwich Reuben. El pastrami ha ganado cierta popularidad en España en los últimos años, aunque todavía existen muchas personas que no lo conocen o no lo han probado. En algunas ciudades, como Madrid (Katz) o Barcelona, existen locales especializados que sirven esta receta y gozan de bastante éxito. No son pocos quienes relacionan el pastrami con la ciudad de Nueva York, una vinculación que se basa, entre otras razones, en las apariciones de este plato en numerosas películas o series estadounidenses. Su versatilidad permite utilizarlo en muchas recetas a las que se añade carne asada o embutidos, aunque el más popular es el sándwich de pastrami, que puede ir acompañado de salsas y otros complementos poco saludables. Es un tipo de carne relativamente saludable, en comparación con otras. Una porción de 100 gramos de pastrami de res contiene entre 120 y 200 Kcal, aproximadamente la misma cantidad que la pechuga de pavo o el jamón cocido. El pastrami elaborado con pavo contiene algunas calorías menos. También contiene algunos minerales como potasio, fósforo y selenio, así como vitaminas, entre las que destacan vitamina C, vitamina A o vitamina B9. Además, al tratarse de una carne magra, la mayor parte sus calorías provienen del contenido proteico. Cada 100 gramos de pastrami contiene entre 15 y 20 gramos de proteína. Una de sus ventajas es que tanto el pastrami de vacuno como el de pavo proporcionan todos los aminoácidos esenciales, lo que los convierte en fuentes completas de proteínas. Su contribución a la ingesta de carbohidratos es reducida, con alrededor de 1 a 2 gramos por cada 100. En cuanto a la grasa, en ambas opciones encontramos entre 5 y 8 gramos por cada 100, del que en el caso del pastrami de res, entre 2 y 3 g son saturadas, en el pastrami de pavo es incluso menor. El principal punto negativo del pastrami lo encontramos en la cantidad de sodio, al igual que ocurre con otros tipos de fiambres: 100 gramos de pastrami, tanto de vacuno como de pavo, contiene entre 800 y 1200 miligramos de sodio. Aunque el sodio es importante para nuestra salud, y de hecho es imprescindible para algunas de las funciones fundamentales de nuestro organismo, a partir de ciertas cantidades puede convertirse en un factor de riesgo para la salud cardiovascular. Según la Fundación Española del Corazón, su consumo diario no debe exceder los 5 gramos de sal, por lo que tomarla en exceso podría suponer cumplir casi la totalidad de esta cantidad de sodio recomendada. Con estas características, el pastrami es un alimento del que se puede disfrutar sin ningún problema, siempre que se eviten los excesos y en el marco de una dieta general saludable. (Fuentes: Wikipedia y chatgpt.com).
- Este sandwich es muy rico en sodio, rico en proteínas animales de calidad, fósforo, potasio, vitaminas A, C y grupo B completo, incluida B12. Contiene calcio, hierro, cinc, magnesio y vitamina D.
- Comentarios para Deportistas: Por su riqueza en proteínas, su contenido en vitaminas y minerales y escasas grasas, es un alimento indicado para la dieta base y de entrenamiento del deportista. NO RECOMENDADO en dieta de competición por su contenido en mayonesa y la posible intoxicación.
- Aporte calórico: El sándwich completo aporta 530 Kcal. Los cálculos calóricos están hechos con los productos que nosotros hemos utilizado (pan Alimerka, pastrami Special de Aldi, mayonesa Musa).
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