Bizcocho Imperial (receta de mi cuñada Maite López)

Ingredientes (10 a 12 raciones):

Para el bizcocho: 4 huevos: se pesan con cáscara. Igual cantidad que la resultante de azúcar, harina y  mantequilla. Los nuestros pesaron 250 g los cuatro.

Para la Cobertura: 1 limón, 150 g de azúcar (si no se hace en Thermomix, azúcar glass) y agua.

Elaboración:

El Bizcocho: Calentar el horno a 170°C. Untar un molde con mantequilla y espolvorearlo con harina y volcar (si es de silicona, paso innecesario).  Preparar la mantequilla en punto pomada. Si queda líquida, tampoco importa. De la manera tradicional: Separar las claras de las yemas y montar las claras a punto de nieve, de forma manual (con un tenedor o un batidor) o en la minipimer. Añadir a las claras el azúcar con el y  mezclar con mucho cuidado de que no se bajen.  Añadir las yemas mezclando con cuidado.  Añadir la harina con movimiento envolvente. Añadir la mantequilla. Mezclar todo y colocar en el molde, tapado con Albal. Introducir en el horno durante 2 horas a 170°C. Unos 15 minutos antes de terminar las 2 horas, retirar el Albal. (Maite lo elaboró por éste método). En Thermomix: Separar las claras de las yemas y montar las claras a punto de nieve: poner las claras en el vaso de la thermomix, colocar la mariposa y programar 4 min/vel 3 y 1/2. Añadir a las claras el azúcar con el y  mezclar 4 seg./vel. 3. Retirar la mariposa y añadir las yemas mezclando 4 seg/vel 3. Añadir la harina con movimiento envolvente (por ejemplo a velocidad cuchara). Añadir la mantequilla. Mezclar todo programando 5 seg/vel 2 y colocar en el molde, tapado con Albal y poner en el horno durante 2 horas a 170°C. Unos 15 minutos antes de terminar las 2 horas, retirar el Albal.

La Cobertura: En Thermomix: Preparar 150 g de azúcar glass (introducir el azúcar en el vaso. Cuchillas y vaso deben estar limpios y totalmente secos, es imprescindible). Pulverizar 40 segundos a velocidad progresiva 5/10). De la manera tradicional: Si no se elabora en Thermomix, el azúcar glass hay que comprarlo. Exprimir un limón y mezclar el jugo con el azúcar glass. Si queda demasiado compacto, añadir un chorrito de agua. Una vez sacado el bizcocho del horno y desmoldado, con la cobertura que hemos preparado, se cubre el bizcocho.

• Este bizcocho es apto para vegetarianos. No es apto para veganos, Diabéticos, Intolerantes al Gluten ni a la Lactosa.
• El Azúcar: Se denomina coloquialmente azúcar a la sacarosa, también llamado azúcar común o azúcar de mesa. La sacarosa es un disacárido formado por una molécula de glucosa y una de fructosa, que se obtiene principalmente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. El azúcar blanco es sometido a un proceso de purificación final mecánico (por centrifugación). El azúcar moreno no sufre este proceso. El azúcar se puede clasificar por su origen (de caña de azúcar, de remolacha), pero también por el grado de refinación de éste. Normalmente la refinación se expresa visualmente a través del color (azúcar moreno, azúcar rubio, blanco), que está dado principalmente por el porcentaje de sacarosa que se le ha extraído. Las primeras referencias del azúcar se remontan a casi 5.000 años. Son los árabes, tan aficionados al dulce, los que al invadir las regiones del Tígris y el Eúfrates, descubren las infinitas posibilidades que presenta. Éstos lo introducen en las zonas recientemente conquistadas, cultivando la caña de azúcar en Siria, Egipto, Chipre, Rodas y todo el Norte de África. Es precisamente allí, donde los químicos egipcios perfeccionan su procesado y la refinan. Continúa la expansión de su consumo a través de los viajes de los comerciantes venecianos y, un siglo más tarde, a través de las Cruzadas a Tierra Santa, se da a conocer este alimento en todo el mundo cristiano. Hasta la Edad Media el azúcar no llega a España, donde se implanta como una especia alimenticia, y como tal, es usada para perfumar platos, lo mismo que la sal o la pimienta. Se encuentra disponible durante todo el año. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto fresco. El azúcar refinado lo único que contiene son hidratos de carbono simples (sacarosa) con un valor calórico de 398 Kcal/100 g y carece de proteínas, grasas, minerales y vitaminas. La función principal de los hidratos de carbono, entre ellos, la sacarosa, es producir energía que el cuerpo humano necesita para que funcionen los diferentes órganos. El cerebro, por ejemplo, es responsable del 20% del consumo energético y utiliza la glucosa como único substrato. Pero no sólo el cerebro necesita azúcar, todos los tejidos del organismo lo requieren y por ello se debe mantener de manera constante su nivel en sangre por encima del mínimo. Varias hormonas, entre ellas la insulina, trabajan rápidamente para regular el flujo de glucosa de la sangre (glucemia) y mantenerla estable. Si ésta desciende, la persona puede sufrir ciertos trastornos: debilidad, temblores, torpeza mental y hasta desmayos. El organismo se surte de glucosa de manera directa de los alimentos ricos en hidratos de carbono, como el azúcar, o de las reservas de glucógeno, que se almacenan en el hígado y en los músculos como fuente de energía de la que el cuerpo puede disponer fácil y rápidamente. Se recomienda que el consumo de azúcar se realice de forma moderada. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
• Es un plato rico en calcio y vitamina D. Tiene un alto contenido en proteínas animales y vegetales, fibra y carbohidratos de alto y moderado índice glucémico. Contiene también otras vitaminas (A,  grupo B completo, C y E) y minerales (hierro, potasio, sodio, magnesio).
• Comentarios para Deportistas: El elevado aporte en azúcares SENCILLOS, grasas, especialmente saturadas, alto en calorías y elevado índice glucémico (IG), lo hacen muy poco recomendable en la dieta de entrenamiento. Ocasionalmente y en pequeñas cantidades. 
• Aporte calórico: El bizcocho aporta 4090 Kcal y la cobertura 600 Kcal más, total, 4690 Kcal  y pesa 1 Kg (469 Kcal/100 g), de 390 a 469 Kcal por ración, según tamaño.