Ingredientes (8 - 10 raciones):
150 g de azúcar, 2 yogures naturales (125 g cada uno), 3 huevos, 1 kiwi (unos 130 g, 85% de materia comestible = 110 g), 1 sobre de levadura química en polvo (15 g), un pellizco de sal, 40 g de aceite de girasol, 200 g de harina, 1 plátano (150 g, porción comestible 66% = 100 g) y un puñado (20 g) de semillas de chía para adornar.
Elaboración:
Precalentar el horno a 180°C, engrasar un molde con mantequilla, aceite o margarina.
En Thermomix: Poner en el vaso de la thermomix el azúcar y pulverizar 5 seg./vel. 5. Añadir los huevos y mezclar 30 seg./vel. 3. Agregar la harina, el yogur, el aceite, la sal y mezclar 1 min./vel. 5. Añadir la levadura y mezclar 15 seg./vel. 5. Añadir unos trozos de kiwi y mezclar 5 seg,/vel. 5.
De forma tradicional: Poner en el vaso de la batidora el azúcar y los huevos y mezclar, batiendo unos segundos. Agregar la harina, el yogur, el aceite, la sal y la levadura y batir hasta que la mezcla quede homogénea. Añadir unos trozos de kiwi y mezclar con una espátula.
- Este postre es apto para vegetarianos. No es apto para veganos, Diabéticos, Intolerantes al Gluten y a la Lactosa.
- El Kiwi: Es el fruto de la actinidia, planta trepadora de la familia de las actinidiáceas. El kiwi es una baya con forma de elipse y cubierta de una piel repleta de vellosidades. Su piel es de color marrón oscuro, y encierra una pulpa verde y jugosa, de sabor ácido muy agradable. La historia del kiwi se remonta miles de años atrás a China, donde crecían de forma silvestre. En este país, es más conocido como yang-tao, que significa «fruta del río Yang». Fue hace aproximadamente 300 años, cuando los chinos empezaron a cultivar esta fruta. Y a principios de 1900, la semilla del kiwi fue llevada a Nueva Zelanda. Allí se desarrollaron técnicas para producir el kiwi de ahora: un fruto grande y de mejor sabor, que fue rebautizado con este nombre, puesto que tiene cierto parecido con el ave emblemática de este país —conocida con este mismo nombre—. A mediados de los 40, el Kiwi comenzó a ingresar en el mercado mundial como una especialidad gourmet. La popularidad de los kiwis entre los agricultores fue creciendo, y en 1960 comenzaron a cultivarse en California. Algunas de las variedades más importantes son: Kaquiara II y MG-6, de agradable sabor y pulpa verde esmeralda y, en España, la variedad Actinidia, deliciosa, procedente de la Hayward. Otras variedades menos importantes por el pequeño tamaño de sus frutos son: Monty, Abbot, Bruno, Kramer, Blake, Tomuri y Matua. Esta fruta, al madurar en invierno, aparece en el mercado a partir de octubre y se mantiene en perfectas condiciones hasta mayo. Sin embargo, otras variedades como el kiwi procedente de Nueva Zelanda, también pueden consumirse desde finales de mayo hasta principios de noviembre. Porción comestible 86 g por cada 100 g de producto fresco, 55 Kcal/100 g. El kiwi aporta una cantidad moderada de hidratos de carbono en forma de azúcares (10,6 g). También posee fibra (1,9 g), fundamentalmente de tipo insoluble. En cuanto a la composición vitamínica cabe destacar que es fuente de vitamina C (59 mg). Con el consumo de un kiwi de tamaño medio, se cubre el 85% de las ingestas diarias recomendadas para este nutriente. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. También contiene potasio (290 mg). Además del ácido ascórbico, están presentes otras vitaminas (A, B y K) y minerales (calcio, hierro, magnesio y fósforo) en este alimento, aunque en proporciones muy inferiores. El kiwi, contiene además una enzima proteolítica (actidina) que ayuda a digerir las proteínas; y miosmina, un alcaloide del tabaco. Por último, en la piel del kiwi inmaduro se han aislado fitoalexinas triterpénicas como el ácido actinídico. Las fitoalexinas son sustancias producidas por las plantas como consecuencia del ataque de microorganismos, que exhiben una alta actividad antibiótica contra patógenos de las plantas. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
- Este postre es rico en carbohidratos de alto índice glucémico, antioxidantes, calcio, potasio, fibra y proteínas animales y vegetales de alta calidad. Contiene ácidos grasos omega 3, vitaminas (C, D, E, complejo B) y minerales (fósforo, magnesio, manganeso, cobre, sodio, hierro, yodo y selenio).
- Las semillas de chía ayudan a reducir el colesterol y tienen un alto contenido en hierro, calcio, potasio, proteínas y antioxidantes.
- Comentarios para Deportistas: El elevado aporte en azúcares SENCILLOS y elevado índice glucémico (IG), lo hacen muy poco recomendable en la dieta de entrenamiento. No obstante contiene pocas grasas saturadas. Si se utilizara un edulcorante en lugar de azúcar de mesa (no calórico como la stevia, o el aspartamo, o calórico, como el xilitol o la fructosa, todos ellos con un IG más bajo), haría de este plato un postre más adecuado en la dieta del deportista, por su contenido en vitaminas, minerales, ácidos grasos omega y antioxidantes (que contrarrestan el daño oxidativo de los radicales libres). Interesante también en deportistas vegetarianos.
- Aporte calórico: El total de la receta aporta 2220 Kcal y pesa unos 1000 g (222 Kcal/100 g), entre 222 y 277 Kcal por ración, según tamaño.
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