Buscar este blog

domingo, 12 de abril de 2020

Berenjenas en Tempura con Salsa de Miel

Ingredientes (2 - 3 raciones): 

1 berenjena (200 g), 2 cucharadas soperas de harina de tempura (unos 30 g), sal, 40 cc de agua fría, 30 g de miel y aceite de oliva virgen extra (para freír, unos 20 g).

Elaboración:

Hacer la tempura con la harina y el agua en las proporciones indicadas en el paquete (también se puede hacer toda ella en casa, a partir de 70 g de harina de trigo, 30 g de harina de maíz, 1 yema de huevo, 10 g de levadura y 150 cc de agua muy fría y 2 cubitos de hielo). Partir la berenjena en tiras como si fueran patatas para freír y rebozar las en la tempura. Freír en aceite de oliva virgen extra abundante y caliente hasta que doren. Sacar y añadir la miel diluida en un poco de agua caliente, si se quiere, o sin diluir.






  • Este plato es apto para vegetarianos, Intolerantes a la Lactosa (por ej. la marca comercial Santa Rita o la elaborada en casa no llevan lactosa). No es apto veganos (hay una opción, si no se les añade la miel ), Diabéticos ni  Intolerantes al Gluten.
  • La Berenjena es el fruto de la planta de la berenjena, herbácea anual de la familia de las solanáceas. Su planta presenta un tallo erecto, velludo y ramificado, con una altura que varía entre 3 y 6 dm. Es una planta muy exigente en luminosidad, requiere de 10 a 12 horas de luz. Soporta bien las temperaturas elevadas siempre que haya una humedad adecuada, y es muy sensible al frío. El fruto, comestible, es una baya de 5 hasta 30 cm de longitud, de forma esférica, oblonga o alargada en la mayoría de los casos, con una piel lisa, brillante y de colores diversos según la variedad. La más común es la de color morado, pero existen: blanca, púrpura, negra, amarilla y roja, o de colores mezclados, sobre todo con blanco, morado y verde. La pulpa es consistente, de textura esponjosa, de color blanco, tiene cierto sabor amargo, y presenta pequeñas semillas de color amarillo. Aunque es originaria de la India (hace más de 1.200 años), su nombre procede del vocablo persa badindjan, que luego pasó al árabe al bãdhinjãn. Fue introducida por los árabes en Europa a través de la Península Ibérica. Sus semillas se siembran en invierno en invernaderos caldeados, y se trasplantan al suelo en primavera. Su temporada de recolección y mejor época de consumo se produce de octubre a abril. Porción comestible 85 g por cada 100 g de producto fresco, 27 Kcal/100 g. Su valor energético y nutritivo es pequeño comparado con el de otras verduras y hortalizas, siendo el componente mayoritario en su peso el agua. Es de contenido fibroso medio, pero más localizado en piel y semillas (1,2 g de fibra%). La piel de la berenjena contiene una antocianina, la nasunina, con acción antioxidante. Además, la berenjena contiene cierta cantidad de un alcaloide tóxico llamado solanina, que aparece mucho más en las partes verdes de la planta y en los frutos poco maduros, ésta, desaparece con el calor, de modo que una berenjena madura bien preparada y cocinada no supone el más mínimo riesgo. Cada 100 g de berenjena contienen 1,2 g de proteína, 0,2 g de grasas y 4,4 g de CHO. Contiene pequeñas cantidades de calcio, sodio, fósforo, hierro y magnesio, así como de vitaminas A, grupo B (excepto B12), C y E. Es bastante rica en potasio (214 mg). (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
  • La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con sustancias propias y lo almacenan en los panales donde madura. Las características físicas, químicas y organolépticas de la miel vienen determinadas por el tipo de néctar que recogen las abejas. Es una solución que elaboran las abejas para alimentar a sus larvas y asegurarse la subsistencia durante el invierno. Las abejas obreras ingieren el néctar u otros jugos dulces de las flores, a los que añaden sustancias propias de su organismo (enzimas) y se transforman en miel en sacos especiales situados en su esófago. A continuación, se almacena y madura en panales dentro de sus colmenas. De acuerdo con el origen vegetal, se diferencian entre miel de flores y miel de rocío. La primera es la obtenida del brezo, tilo, acacia, romero, árboles frutales, etc. y la miel de rocío es la que procede del abeto, abeto rojo o de hoja. Desde la antigüedad, el hombre ha recolectado la miel de las abejas, como atestiguan las pinturas rupestres de la cueva de la araña en Bicorp (Valencia). En la Edad del bronce, hay evidencia de que el hombre producía colmenas de forma artificial utilizando troncos vaciados de árboles o arcilla y paja. Hay constancia en jeroglíficos de que los egipcios tenían técnicas muy avanzadas, e incluso hacían trashumancia para aprovechar las floraciones a lo largo del rio Nilo. Utilizaban la miel y la cera de las abejas para múltiples usos, como medicina, conservante, cosmético, edulcorante, ofrenda religiosa. Un alimento tan poderoso, no podía pasar desapercibido para la medicina. El médico griego Hipócrates, padre de la medicina, la recetaba para tener mayor longevidad. La apreciación de los romanos por la miel, queda constancia en que además, la utilizaban para endulzar el vino de modo habitual. La primera calzada romana, se denominó via apia, por el número de colmenas que había en sus veredas. No siendo suficiente, se recurrió a melazas, siendo exigida como parte de los tributos a los pueblos vencidos. Se encuentra disponible durante todo el año. Porción comestible 100 g por cada 100 g de producto fresco, 324 Kcal/100 g. Aunque según el Reglamento 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos no se pueda destacar ningún nutriente como “fuente” o “alto contenido”, sí se puede resaltar un aporte de zinc (0,9 mg), que contribuye al total de la dieta. La miel es un producto biológico muy complejo cuya composición nutritiva varía notablemente según la flora de origen, la zona, el clima. Es esencialmente una disolución acuosa concentrada de azúcar invertido, que contiene además una mezcla de otros hidratos de carbono, diversas enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, minerales, sustancias aromáticas, pigmentos, ceras, etc. Los principales azúcares son fructosa (38%), glucosa (31%) y pequeñas cantidades de sacarosa (1-2%). Aunque la miel contiene ciertas vitaminas y minerales, que no se encuentran en los azúcares refinados, las cantidades son tan pequeñas que no tienen importancia en términos de las necesidades diarias. La principal característica de la miel es su elevado contenido en fructosa. La fructosa se convierte principalmente en glucógeno en el hígado, proceso que no requiere insulina. (Fuente: Fundación Española para la Nutrición).
  • Es un plato rico en potasio. Contiene fibra, proteínas vegetales, vitaminas (A, grupo B, excepto B12, C, K y E, carotenos) y minerales (fósforo, calcio, magnesio, yodo, sodio, selenio, cinc y hierro).
  • Comentarios para Deportistas: Su contenido en minerales,  vitaminas y  fibra lo hacen un plato apto para formar parte de la dieta base del deportista así como para la dieta de entrenamiento. 
  • Aporte calórico: La receta completa aporta unas 442 Kcal, de 147 a 221 Kcal por ración,  según tamaño. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ensalada de Higos, Queso de Cabra y Avellanas

Ingredientes (2 raciones): La ensalada: 4 higos no muy maduros (120 g), 6 lonchas de queso "rulo de cabra" (Nosotros hemos utiliz...